El sector salud se ha visto afectado drásticamente en lo que va de año. El presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, Freddy Ceballos, a principios del 2014 indicó que el gremio se vio perjudicado por la falta de producción y la liquidación de divisas. Este escenario no ha cambiado mucho desde entonces, y si lo ha hecho definitivamente ha sido para peor.
Lo cierto es que el gremio farmacéutico no ha escapado de la triste realidad del país. Los venezolanos que necesitan medicamentos para algún tratamiento se la pasan deambulando de una farmacia a otra. ¿Qué consiguen? En su mayoría anaqueles vacíos, falta de medicamentos para tratar enfermedades como el dengue o el chikungunya.
Con Venezuela encabezando la lista de los países infectados con ese tipo de virus, la desesperación de los ciudadanos se nota; si se consigue la medicina es racionada, una o dos cajas por personas, esta misma desesperación ha logrado que los vendedores ambulantes se aprovechen de la situación, llegando así a vender cada lámina (de 10 tabletas) de Atamel a un costo que supera tres y cuatro veces el precio que se paga en las farmacias por una caja completa de pastillas.
Definitivamente la necesidad ha logrado que aceptemos estos tipos de actos. ¿Cómo lograremos sobreponernos? Dependemos de decisiones importantes por parte del ejecutivo nacional para que la situación del país se vaya recuperando, se requiere asignar divisas, estimular al sector productivo e intentar frenar a los revendedores que se aprovechan de la situación.
Lo cierto es que el gremio farmacéutico no ha escapado de la triste realidad del país. Los venezolanos que necesitan medicamentos para algún tratamiento se la pasan deambulando de una farmacia a otra. ¿Qué consiguen? En su mayoría anaqueles vacíos, falta de medicamentos para tratar enfermedades como el dengue o el chikungunya.
Con Venezuela encabezando la lista de los países infectados con ese tipo de virus, la desesperación de los ciudadanos se nota; si se consigue la medicina es racionada, una o dos cajas por personas, esta misma desesperación ha logrado que los vendedores ambulantes se aprovechen de la situación, llegando así a vender cada lámina (de 10 tabletas) de Atamel a un costo que supera tres y cuatro veces el precio que se paga en las farmacias por una caja completa de pastillas.
Definitivamente la necesidad ha logrado que aceptemos estos tipos de actos. ¿Cómo lograremos sobreponernos? Dependemos de decisiones importantes por parte del ejecutivo nacional para que la situación del país se vaya recuperando, se requiere asignar divisas, estimular al sector productivo e intentar frenar a los revendedores que se aprovechan de la situación.