La ciudad de Caracas y el país en general ha venido perdiendo con el paso del tiempo espacios destinados a la recreación y la cultura. Años atrás, por ejemplo, en el Bulevar de Sabana Grande, había espacio para los artistas de calle. Posteriormente Debido a la situación económica del país llegaron los vendedores informales a la zona, haciendo que la inseguridad se adueñara del lugar. PDVSA La estancia, decidió tomar cartas en el asunto y realizó un trabajo de recuperación del sitio y con el mismo, desalojó a ambos bandos.
Este escenario no está muy lejos de lo que está ocurriendo actualmente. Hoy en día, hay músicos queriendo presentarse en espacios culturales disponibles, y público deseando verlos, pero lo cierto es que no es nada cómodo por el factor inseguridad y la crisis de bolsillo. Ambas han afectado las salidas de los venezolanos, sobre todo las nocturnas. Estamos ante una realidad donde músicos como La Vida Bohème, han salido del país para buscar un futuro mejor.
Aún así, con todo el problema económico, La Asamblea Nacional aprobó el pasado 18 de noviembre, 168.291.200 bolívares destinados a la realización del festival Suena Caracas, en donde se presentaron aproximadamente 120 agrupaciones nacionales y extranjeras. Si reflexionamos un poco, es mucho dinero para un festival y más ahora que el país no tiene medicinas suficientes para curar a los miles de enfermos de chikungunya. ¿Cuál es la razón de este espectáculo? Distraer a los venezolanos de la situación actual, y “brindarle” una navidad feliz. Puede que no todos lo vean pero se están aprovechando del hecho y buscan sacarle beneficio.
Ahora cabe preguntarnos, ¿hacia dónde vamos si no contamos con más espacios de este tipo? Debemos recordar que el desarrollo de un país también se ve vinculado al incentivo cultural.
Este escenario no está muy lejos de lo que está ocurriendo actualmente. Hoy en día, hay músicos queriendo presentarse en espacios culturales disponibles, y público deseando verlos, pero lo cierto es que no es nada cómodo por el factor inseguridad y la crisis de bolsillo. Ambas han afectado las salidas de los venezolanos, sobre todo las nocturnas. Estamos ante una realidad donde músicos como La Vida Bohème, han salido del país para buscar un futuro mejor.
Aún así, con todo el problema económico, La Asamblea Nacional aprobó el pasado 18 de noviembre, 168.291.200 bolívares destinados a la realización del festival Suena Caracas, en donde se presentaron aproximadamente 120 agrupaciones nacionales y extranjeras. Si reflexionamos un poco, es mucho dinero para un festival y más ahora que el país no tiene medicinas suficientes para curar a los miles de enfermos de chikungunya. ¿Cuál es la razón de este espectáculo? Distraer a los venezolanos de la situación actual, y “brindarle” una navidad feliz. Puede que no todos lo vean pero se están aprovechando del hecho y buscan sacarle beneficio.
Ahora cabe preguntarnos, ¿hacia dónde vamos si no contamos con más espacios de este tipo? Debemos recordar que el desarrollo de un país también se ve vinculado al incentivo cultural.